Biblioteca Nueva se creó en Madrid a finales del siglo XIX con títulos legendarios de autores de literatura española. En 2017 se une al grupo Malpaso sin renunciar a ser una editorial académica pero sí irrumpiendo en líneas de nuestro tiempo, abarcando ciencias exactas y sociales.

Con más de 2.500 títulos, es un sello de fondo editorial y debía seguir siendo eso. Como parte del proceso de cambio iniciado en 2017, fui convocado para proponer un rediseño integral del sello editorial y la marca.


El rediseño debía tener dos líneas de acción:

1 
Curar el fondo actual y darle vigencia con libros que renueven y pongan en perspectiva el pensamiento clásico y más obras completas de autores destacados. 

2 
Iniciar nuevas líneas de libros en dos vertientes: nuevos temas y nuevas formas de revisar el pensamiento clásico con textos breves producidos por editoriales de universidades de prestigio.


Luego de realizar un relevamiento de la situación previa al rediseño, fue evidente que el sello se presentaba de manera desorganizada en todos los niveles: estructura de temas, de colecciones, decisiones de color, de tipografía, de imagen ilustrada o fotográfica, etc. Daba la sensación de que cada libro «empieza desde cero» y no configuraban ningún tipo de colección o sistema. Evaluamos que esta volatilidad visual disminuía la posibilidad de que el lector pueda identificar y reunir las ediciones como parte de una misma editorial.

El trabajo, entonces, fue encontrar un sistema sólido, atractivo y culturalmente apropiado, con más constantes que variables, para una editorial que es académica, además de distinguir los variados ámbitos que tocan y que se atienda a la necesidad de que el sistema gráfico soporte diversos formatos, proporciones, materiales y tipos de impresión (a dos colores, a cuatro colores, offset, digital, etc). Si bien la idea siempre fue acotar las variables, esas variables son las que permiten luego trabajar en diversos formatos y soportes sosteniendo la identidad de la colección.


Situación previa al rediseño



Conclusiones
El camino del rediseño fue laberíntico e intermitente. Transitamos tres estrategias de organización editorial (y por lo tanto visual) bien diferenciadas:

1
Una única colección con poca diferenciación entre los diferentes géneros y temas que componen el catálogo de Biblioteca Nueva. Finalmente el cliente consideró que corría el riesgo de ser monótona y repetitiva, por lo tanto cambió de estrategia.

2
Seis colecciones bien diferenciadas, con un “aire de familia” común. Como diseñador nunca estuve de acuerdo con esta aproximación y lo hice saber en varios momentos del proceso. Pienso que salir al mercado con seis colecciones hubiera sido confuso para el público, porque lo que necesitaba Biblioteca Nueva era reinstalarse en el mercado de manera clara, simple y precisa. Finalmente la editorial coincidió con mi criterio luego de ver algunas pruebas rápidas.

3
Cuatro colecciones con constantes visuales muy fuertes y variables de tipografía, color y materialidad. En este caso el la propuesta de diseño funcionó porque la estrategia de organización de colecciones y subcolecciones fue clara. 
Mirando en retrospectiva, la estructuración final es un intermedio entre las estrategias de las dos primeras etapas, es decir, configurar una identidad visual fuerte, donde las decisiones de diseño para cada libro sean acotadas, pero de todas formas lograr diferenciar las colecciones sutilmente.
La decisión de diseño fue agrupar las cuatro colecciones dentro de un «marco de marca» organizador, y diferenciarlas por la selección tipográfica, la relación cromática entre los elementos que componen la portada y la materialidad. Otro elemento identitario es el extracto de texto que aparece en tapa, lo cual genera un clima de lectura desde antes de empezar a leerlo. Son clásicos y libros profundos y la colección, además de todo, tenía que comunicar eso.

Si bien las preferencias y subjetividades del diseñador no siempre coinciden o se agrupan bajo los mismos criterios que las del editor, trabajamos juntos para lograr un sello visualmente fuerte y diferente, apelando al deseo del lector de reunir las colecciones. Ahora ha llegado el momento en que el rediseño se entrega a la cultura (y al mercado) y evaluaremos en ese contexto cómo funcionan y atraviesan al lector las decisiones que hemos tomando. Ampliaremos.


¡Gracias!




Back to Top